¿Debo crear una guía de estilo para mi blog?
Tener una guía de estilo en la que definas el tono que emplearás, te ayudará a que tu blog haga gala de una personalidad única.
¿Por qué debo crear una guía de estilo para mi blog?
Crear una guía de estilo para tu blog es un recurso muy útil especialmente por tres motivos:
- Podrás crear una voz única en tu empresa – Todo lo que comunique tu empresa debe ir en consonancia. Es decir, el mismo tono que utilizas en las redes sociales es el que debes emplear en tu blog y viceversa. Esta es la razón por la cual es fundamental que tengas una guía de estilo en la que hayas creado una voz única, con una personalidad marcada y definida.
- Mejora tu comunicación con tus usuarios – Cuando redactas tu guía de estilo, piensas en las necesidades de tus usuarios, en su forma de comportarse y en el lenguaje que utilizan para adoptar un tono que les resulte atractivo, lo que evidentemente se traduce en una mejora en la comunicación.
- Te diferencia del resto de blogs – Tener un estilo propio hace que te diferencies del resto de blogs. Tus usuarios sabrán enseguida cuando se encuentran ante un mensaje tuyo porque presentará tus señas de identidad. Y esto es algo que mejora, y mucho, la reputación de las empresas.
De manera que crear una guía de estilo te ayudará a mantener siempre el mismo tono comunicativo y a diferenciarte del resto de blogs de tu sector, por eso es esencial que antes de empezar a escribir en tu blog corporativo dediques un tiempo a diseñar tu guía de estilo.
Cómo diseñar una guía de estilo para mi blog
Muy bien, ahora ya estás convencido de lo importante que es crear una guía de estilo para tu blog, pero ahora las dudas están en cómo hacerlo. Simplemente se trata de crear un documento que contenga los siguientes apartados:
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¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestro objetivo?
Cualquier documento estratégico debe empezar por la definición de quiénes somos y cuál es nuestro objetivo. Pongamos de ejemplo nuestro blog, Marketing Dreams, somos un grupo de especialistas en marketing que queremos transmitir nuestros conocimientos, llegando al mayor número de personas posible. Esta sería la versión simplificada, pero obviamente podemos hacerlo más extenso explicando nuestra misión, valores, etc…
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¿A quién nos dirigimos?
Otro punto que no puede faltar en un documento de este tipo. Realiza un pequeño análisis del público a quien quieres que vaya dirigido tu blog. Una especie de buyer persona. Define todas las características como su edad, sexo, situación laboral, intereses, contexto, etc…
Nuestro blog, por ejemplo, está dirigido a personas de 23 años hacia adelante, interesadas en el marketing online. Pero además tenemos varios subgrupos de públicos: estudiantes que empiezan su andadura en el mundo del marketing, autónomos que quieren llevar a cabo acciones de marketing online en su empresa y/o profesionales del sector que buscan mantenerse al día de las últimas novedades. De manera que cuando escribimos un post, seleccionamos exactamente a qué sector de nuestros públicos vamos a dirigirnos.
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Estrategia de publicación
En este apartado hemos de definir las tareas de cada miembro del equipo que participa en la gestión del blog, así como la estrategia a seguir: frecuencia de publicación, temas que se van a tratar en el blog, formatos, etc…
Ejemplo real. Nosotros tenemos dividido nuestro blog en función de las temáticas de las que hablamos: SEO, SEM, Social Media, Análitica, E-commerce, etc… Y hemos optado por formatos sencillos, aunque también de vez en cuando realizamos infografías, white papers, etc…
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Estructura del artículo
Consiste en definir a rasgos generales cuál va a ser la estructura de los artículos de cada temática. Va más allá de la introducción, desarrollo y desenlace, presente en todos los contenidos, centrándose más en si se van a exponer casos prácticos, ejemplos o si se van a incluir citas.
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Tono de los contenidos
¿Vas a utilizar un tono formal o informal? ¿Hablará el autor en su nombre (yo) o por parte de toda la empresa (nosotros)? ¿Vas a utilizar frases simples o complejas? ¿Emplearás un lenguaje técnico o más sencillo? Todas estas cosas debes definirlas en tu guía de estilo.
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Tipo de imágenes
Hoy en día los blogs no son nada sin las imágenes, por eso también debes hacer hincapié en ellas en tu manual de estilo. Describe qué tipo de imágenes quieres utilizar, el formato, su calidad, tamaño, etc…
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Checklist SEO
Si tenemos todo el proceso correctamente organizado, será mucho más sencillo llevarlo a cabo, de ahí que siempre se recomiende en la guía de estilo de un blog incluir un checklist SEO. ¿Qué significa? Pues elaborar una lista con los elementos SEO que debe contener cada artículo: el porcentaje de palabras clave, h2, metadescripciones, enlaces, etiquetas, etc… Así el redactor, al acabar de elaborar el artículo, solo tiene que revisar el checklist para saber si todo está correcto.
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Aspectos a evitar
Al igual que has mencionado todo aquello que quieres que tenga tu blog, también ha de dejar constancia de lo que NO quieres que tenga. Temas a evitar, terminología inadecuada, tratamientos que prefieres obviar, etc…
¿Has visto que crear una guía de estilo es algo muy sencillo? ¡Ponte manos a la obra!